Lotería de Navidad

 Hoy, 22 de diciembre, muchas familias se han visto agraciadas con grandes sumas de dinero por haber comprado uno de los décimos premiados en el sorteo anual de Lotería de Navidad. Quiero pensar que muchos de esos afortunados han visto todos sus problemas resueltos como consecuencia de la obtención de este premio; pero no sé hasta qué punto esa suerte puntual puede ser tan decisiva en la vida de una persona o familia.

Evidentemente, estar en posesión de uno de los décimos premiados en el día de hoy te da una inmensa tranquilidad y te abre infinitas posibilidades con las que aprovechar al máximo tu vida. Mentiría si dijera que no me encantaría ser objeto de esa suerte.

Sin embargo, creo que tal vez podríamos intentar lograr o hacer gran parte de aquello que decimos que haríamos "si nos tocara la lotería", sin tener que esperar a que ese suceso tan poco probable acontezca.

Es cierto que algunas de esas cosas necesitan indiscutiblemente de esa dosis de dinero que te proporcionaría ese décimo, pero me refiero al trasfondo, a la razón por la que verdaderamente deseas eso en concreto.

Por ejemplo, tal vez no puedas viajar durante un mes por Japón si no es con ese dinero, pero sí puedes experimentar esa misma sensación de libertad y descubrimiento en lugares más cercanos, o incluso sin necesidad de viajar.

Ponemos el hecho de no haber sido agraciado con uno de esos décimos como la razón por la que no cumplimos nuestros sueños, pero tal vez deberíamos al menos perseguirlos sin tener que estar cubiertos de dinero. Si no lo hacemos puede que sea porque en el fondo esos no son nuestros sueños.

Este año, como los anteriores, mi familia no ha sido una de esas afortunadas que hoy brindan con cava a las puertas del establecimiento de su lotero de confianza; pero esta vez me ha hecho pensar que no dependo de la suerte a la que acompaña un boleto de cinco números para conseguir todo aquello con lo que alguna vez he soñado. Tal vez soñar sea demasiada palabra, dejémoslo en "querido vivir".

A su vez, esto me ha hecho pensar que podría cambiarse la típica y molesta pregunta de "¿Cómo te gustaría verte de aquí a 10 años?" por "¿Qué harías si te tocara la lotería?", y creo que las respuestas serían si no idénticas, muy parecidas.

Invito a algún especialista en esta materia, sin saber a cuál me refiero, a que haga un estudio al respecto.